sábado, 27 de febrero de 2010

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Alexander McQueen



Lee McQueen, que más tarde se haría famoso como el visionario de la moda Alexander McQueen, nació el 17 de marzo de 1969 en Londres y murió el 11 de febrero de 2010 en su casa de Londres poco antes del funeral de su madre. Curiosamente, el niño destinado a un futuro en el mundo de la alta costura y el diseño, era hijo de un taxista londinense que vestía de poliéster.

Con 16 años, Lee ya había decidido que quería dedicarse por completo a la moda. Dejó el colegio y comenzó a trabajar de aprendiz con los sastres Anderson & Shepherd de Savile Row. Esta experiencia le dio la oportunidad de perfeccionar sus técnicas de confección de ropa y sastrería, habilidades por las que es famoso hoy en día.

Más tarde, trabajó para la casa “Gieves and Hawkes” y para “Angels and Bermans”, casa dedicada a la confección de vestuario de teatro. La variedad del aprendizaje durante este periodo le dio la oportunidad de dominar muchas técnicas de corte y confección, de las que más tarde sacaría gran provecho durante su carrera.

Después de trabajar en Savile Row, Lee McQueen pasó a trabajar junto a Koji Tatsuno y, con 21 años, se trasladó a Milán para trabajar con Romeo Gigli.

Toda su experiencia se convirtió en éxito y Lee McQueen consiguió graduarse en Diseño de Moda en el prestigioso Central St. Martins College. Su colección, que fue la culminación de su etapa como aprendiz, captó la atención de los medios de comunicación y estableció a Lee McQueen como un joven y prometedor diseñador de moda.

Creó su propia marca tras abrir un estudio en East London, que era respaldada por una fiel clientela entre las que se incluía la excéntrica estilista de moda Isabella Blow, que acabó convirtiéndose en su mecenas.

Entonces, Lee se preparó para hacerse con un nombre. Sus desfiles eran claramente teatrales y su estilo “salvajemente atrevido” logró captar la atención y recibir la aclamación que esperada. Lee también se labró una reputación de “enfant terrible”, debido a su petulante imagen de chico malo y a sus frecuentes estallidos. Acompañado de su reputación, Lee y su nueva marca iban a hacerse con el mundo de la moda en Londres.

El “enfant terrible” había logrado sacudir el mundo de la moda. Obtuvo el premio al Diseñador Británico del Año en 1996, 1997 y 2001. En 1997, comenzó a trabajar para la firma Givenchy y, al poco tiempo y de forma abierta, tachó el sello de identidad de su fundador, Hubert de Givenchy, como “irrelevante”. Consecuentemente, su primera colección Givenchy fue un fracaso.

Lee sin embargo todavía era respetado en el mundo de la moda y se le concedió una segunda oportunidad, lo que suponía una gran muestra de respeto en una industria claramente implacable. En 2002, Gucci compró intereses en la línea “McQueen”. Este hecho hizo que el diseñador terminase su tumultuosa relación profesional con Givenchy y lograra una mayor libertad creativa.

Alexander McQueen aprovechó esa oportunidad para lograr ser nombrado “Diseñador del Año por el Consejo de Diseñadores de Moda de Estados Unidos”. Además, fue nombrado “Comandante del Imperio Británico” (CBE).

Ha pasado a la historia como un dice


Era el rey de la moda en Europa.




Todos nuestros pésames a la familia de Alexander McQueen



Entre sus principales fans figuraban la supermodelo Kate Moss, las cantantes Bjork y Lady Gaga, así como la actriz Cate Blanchett.


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